Alucinógenos

ALUCINÓGENOS DE ORIGEN NATURAL

Los alucinógenos de origen natural son derivados de plantas como el peyote, la mezcalina y hongos. Se trata de sustancias ya conocidas y empleadas en el pasado; al respecto, existen claros testimonios que evidencian su utilización por parte de chamanes en Siberia o de algunas tribus indias de América Central. En Guatemala se conservan piedras-hongo talladas en el siglo X A.C., y restos similares se han encontrado en el Perú.

Los alucinógenos o psicodislépticos son sustancias capaces de provocar en el sujeto que las consume alteraciones de la percepción (ejemplo: delirios y alucinaciones). Son sustancias ilegales.

 

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Los Hongos,

Estos son también alucinógenos y poseen una sustancia altamente tóxica conocida como psilocibina. Tienen una apariencia muy similar a los champiñones y crecen sólo en lugares húmedos. Existe una gran variedad de formas y tamaños y se les conoce usualmente como pajaritos, san isidros o derrumbes. Generalmente se consumen masticados o licuados y para su consumo se utilizan botellas con miel en donde se conservan, también son deshidratados al sol para molerlos y ponerlos en cápsulas.

 

El peyote y mezcalina

 

Es un tubérculo amorfo de zonas desérticas y contiene una sustancia llamada mezcalina. Suele consumirse oralmente y su sabor es sumamente amargo. Puede consumirse crudo, seco o licuado. Su nombre más común es el de cabeza. Entre los síntomas más importantes están alucinaciones, desorientación temporal y alteraciones del esquema corporal.

 

La mezcalina es una sustancia psicoactiva procedente del cactus del peyote, originario de las zonas desérticas de México. Tradicionalmente, se consumía por vía oral, masticado o mediante una infusión. En la actualidad, la mescalina se refina en forma de polvo que suele ingerirse o, de forma ocasional, inyectarse. Su absorción es rápida; alcanza la máxima concentración en el cerebro entre los treinta y los ciento veinte minutos siguientes y puede permanecer en el organismo hasta una media de diez horas.

 

Estas sustancias presentan síndrome de supresión, tolerancia y dependencia física y psíquica

 

Sus efectos, varían mucho en función del ánimo del consumidor, sus expectativas, el medio que le rodea, etc., y pueden ser absolutamente impredecibles.

 

En función de la cantidad ingerida, las primeras manifestaciones se presentan al cabo de treinta o cuarenta minutos y se prolongan durante ocho horas más para desvanecerse a partir de entonces, de forma paulatina.

 

Como ya se ha anticipado, los efectos de la sustancia no se pueden predecir, pudiendo resultar muy gratos y divertidos o conllevar experiencias francamente desagradables, ("mal viaje"). En éste último caso, el sujeto suele experimentar una pérdida completa de control emocional, estados de pánico, ideas de persecución, vértigos, desorientación, etc. Sensación de mayor agudeza sensorial (colores más brillantes, sonidos que eran imperceptibles se convierten en audibles, se "escuchan los colores", "se visualizan las notas musicales",...). Dificultad de concentración, de control del pensamiento y disminución de la capacidad de recordar. Alteración de la noción temporal y espacial. Se reduce la coordinación muscular y la percepción del dolor. Fluctuaciones del humor. Presencia de alucinaciones: pueden ir desde la percepción de alguna imagen que simplemente no existe, hasta la completa inmersión del sujeto en un mundo irreal. Experiencias místicas, profundo sentimiento de alegría, de paz, de sintonización y unión con los demás, etc. La tolerancia se desarrolla con bastante rapidez, pero desaparece tras varios días de abstinencia.

 

ALUCINÓGENOS DE ORIGEN SINTÉTICO Y ANÁLOGOS

El LSD lo descubrió accidentalmente el químico suizo A. Hoffman en 1938. Durante la década de los '60 (la época hippy) tuvo mucha fama gracias a la defensa realizada por escritores como Aldous Huxley o Thimoty Leary. Hoy, sin embargo, su reputación ha desaparecido

 

Algunos de ellos (psilocibina, mescalina), son de origen natural, mientras que otros se elaboran de forma sintética en laboratorios clandestinos, como, el LSD 25 y la feniciclidina (PCP).

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El LSD puede presentarse de muy diversas formas: tabletas, cápsulas, tiras de gelatina, micro-puntos, etc. La distribución de la sustancia se lleva a cabo en hojas de papel secante, sobre las que se ha impregnado dicha droga. Éstas, a su vez, se "decoran" con muy diversos motivos, adquiriendo al final un aspecto de sello o calcamonía que pasa fácilmente inadvertido. Los términos populares de uso más habitual para denominarlos son: ácido, tripi o el nombre del dibujo que se ha plasmado en el papel secante (por ejemplo: Batman, Pato Donald, etc.). Estas sustancias presentan síndrome de supresión, tolerancia y dependencia física y psíquica.

 

Sus efectos, enumerados a continuación, varían mucho en función del ánimo del consumidor, sus expectativas, el medio que le rodea, etc., y pueden ser absolutamente impredecibles.Los efectos que se experimentan cuando se toma LSD son descritos como un 'viaje' porque se experimenta una sensación de traslado a otro lugar-espacio-tiempo.

Esta experiencia se puede dividir en cuatro fases:

La interrupción repentina de la ingestión de alcohol puede producir síntomas como la ansiedad pronunciada, temblores, alucinaciones, y hasta convulsiones. Los efectos a largo plazo del consumo de grandes cantidades de alcohol, especialmente en conjunto con una nutrición deficiente, puede ocasionar daños permanentes a órganos vitales como el cerebro y el hígado. Además, las madres que beben alcohol durante el embarazo pueden tener hijos que presenten síndrome fetal de alcohol o que sufran de atraso mental u otras anormalidades físicas irreversibles. Las investigaciones indican asimismo que los hijos de padres alcohólicos corren mayor riesgo que otros niños, de convertirse en alcohólicos.

 

Fase de Subida: Entre treinta minutos y una hora tras la toma, los colores empiezan a ensombrecerse, los objetos en movimiento dejan tras de si una estela. Incluso con los ojos cerrados se pueden tener visiones similares.

 

Fase de Meseta: Alrededor de la segunda hora, los efectos se hacen más intensos. Aparecen visiones fantásticas y alucinaciones visuales.

 

Fase o Pico Máximo: El tiempo parece que se detiene y se experimenta una especie de traslación a otro mundo. Esta experiencia puede ser algo místico o, por el contrario, producir temor y miedo.

 

Fase de Caída o bajada: Entre cinco o seis horas después de la toma, van desapareciendo todos los efectos de la sustancia.

 

El uso de LSD puede producir graves alteraciones mentales como estados de paranoia, alucinosis, esquizofrenia, ansiedad extrema o ataques de pánico. Debido a estas posibles alteraciones mentales, cuando se ha tomado LSD se cometen muchas imprudencias y temeridades.

 

La dosis media eficaz oscila entre 50 y 75 microgramos. Sin embargo, la manera en que se impregna esta sustancia en el papel secante que le sirve de soporte, provoca importantes variaciones en dichas proporciones, de consecuencias imprevisibles.

 

Uno de los mayores peligros en relación con el consumo de LSD, constituye el llamado "flash-back" o retorno de la vivencia tenida con la droga. Ello puede ocurrir semanas después de la ingesta de la sustancia - sin mediar una nueva dosis- y conlleva riesgos considerables para la integridad de la persona.

 

Otro riesgo asociado al consumo de LSD, guarda relación con las alucinaciones que vive el sujeto. Se conocen casos de muerte en los que la víctima, bajo los efectos de esta droga, saltó de un edificio argumentando que "podía volar", o se colocó en la vía férrea porque "debía detener el tren".

 

La tolerancia se desarrolla con bastante rapidez, pero desaparece tras varios días de abstinencia.

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